La astenia primaveral, un trastorno temporal relacionado con el cambio horario y el aumento de temperatura. El reloj biológico ha de adaptarse a la nueva climatología y nos resta energía.
La Astenia Primaveral se caracteriza por una serie de síntomas relacionados con la fatiga que afectan a un gran número de personas durante la estación primaveral. Sin que podamos afirmar categóricamente que exista evidencia científica que sustente esta afirmación, de lo que sí estamos de acuerdo es de que muchas personas, llegada esta estación, comienzan a padecer malestar físico y emocional, con incidencia a nivel de relaciones interpersonales y a la hora de enfrentarse a la rutina diaria.
Más que de un Trastorno psicopatológico se trataría de un trastorno temporal, relacionado con el cambio horario y el aumento de temperatura.
Los síntomas de la astenia son fatiga generalizada, somnolencia diurna, desmotivación, dificultad de concentración,
aturdimiento, irritabilidad, falta de apetito y disminución de la libido. No obstante cabe decir, que la astenia es un motivo de consulta durante todo el año y que sus consecuencias mantienen la sintomatología asociada a múltiples causas.
Lo que ocurre en primavera es que nuestro cuerpo debe adaptarse a las nuevas condiciones de luminosidad y de temperatura, a lo que hay que añadir cambios en la humedad y la presión atmosférica.
Con la llegada del buen tiempo nuestro reloj biológico ha de adaptarse a la nueva climatología restándonos fuerzas para realizar la actividad habitual.
Bien sea por la disminución de las betaendorfinas en el plasma (encargadas de regular el sistema bienestarmalestar), bien sea por la presencia del polen en la atmósfera, bien por procesos asociados a estados de ánimo, lo cierto es que la percepción de la salud depende de cada persona. Nos podemos sentir decaídos por la somnolencia ante el cambio horario, o por el contrario la luminosidad puede ofrecernos la posibilidad de activarnos y estimularnos para un aumento de actividad.
Nuestro reloj biológico está programado por los estímulos externos que percibimos y uno de estos es indudablemente la luz que constituye un elemento básico, y los cambios en las horas en que un individuo disfruta de más luz natural, influyen en su salud. Está constatado que en los países que disfrutan de menos horas de luz la prevalencia de depresión es significativamente mayor.
La luz es un auténtico sincronizador de todos los ciclos que ocurren en nuestro cuerpo. Unas células especializadas que están en la retina se encargan de enviar información a una zona del cerebro que alberga el reloj que pone en hora los procesos que ocurren en nuestro cuerpo. Es el núcleo supraquiasmático, que se encuentra en el hipotálamo.
Lo que sucede con la llegada de la primavera y el aumento de temperatura y de la luz, no puede ser considerado
como un efecto causal, lo que puede ocurrir es que se convierta en elemento precipitante de otros procesos bio-psico-sociales que puedan interferir en el normal funcionamiento de las personas, generando malestar significativo en el individuo, en cuyo caso requerirá consulta con los especialistas clínicos, según cada caso.
Este trastorno de Astenia Primaveral que consideramos transitorio no requiere un tratamiento específico sino un proceso de adaptación a las nuevas condiciones de luz y temperatura que anticipan la llegada del buen tiempo que nos dirigen hacia el verano.
Iniciar un par de semanas antes un proceso de adaptación, regulando horas de sueño, ir adelantando unos minutos, en este periodo, el reloj hasta alcanzar paulatinamente la hora legal, iniciar ejercicios suaves, no intentar alargar el tiempo, sino regular el horario de sueño y de comidas, una dieta sana y equilibrada rica en verduras, frutas y cereales, actividades compartidas de ocio y tiempo libre en compañía de quienes están a nuestro lado, irán estimulando la necesidad de hacer frente al desgano y la apatía que la astenia nos proporciona. De esta forma conseguiremos, sin necesidad de ningún tipo de ayuda superar este periodo transitorio que más allá de 15 días, no debería de crear mayor malestar.
En caso contrario, se impone consultar con especialista para descartar o detectar cualquier proceso patológico
que pueda estar siendo enmascarado por la astenia.
Así mismo, los complementos alimenticios cuyo ingredientes principales contengan Maca, Guaraná o bien una concentración de Jalea Real, Guaraná, Eleuterococo, Taurina, Ginseng y Regaliz están especialmente indicados para combatir esta afección.