El otoño es la época ideal para tratar el cabello y la piel tras el verano.
Al término de las vacaciones toca enfrentarse con la dura realidad de una agenda apretada y una piel castigada por los excesos del verano. Lejos de dejarse llevar por la inercia postvacacional, toca remangarse y llevar a cabo una concienzuda puesta a punto. Para ello, nada mejor que tener un plan de belleza que ayude a equilibrar el organismo por dentro y por fuera y, como no, a conseguir una piel tras el verano más suave, hidratada y firme.
Con las ideas claras.
La exposición a los rayos ultravioletas hace que se reduzca en un 58% la presencia de antioxidantes en la piel, así como en el torrente sanguíneo. Estas sustancias, imprescindibles para tener una piel tersa y sin arrugas, se han de reponer cuanto antes. ¿Cómo? Te lo explicamos.
Dietas.
El consumo de frutas y verduras, crudas y cocinadas, aportará a tu organismo esos antioxidantes necesarios para regenerarlo. Los frutos secos son otro alimento a teneren cuenta, dada su infinidad de nutrientes. Los complementos alimenticios ricos en Omegas 3,6,7 y 9 son fabulosos a la hora de cuidarnos y además son mucho más concentrados que los frutos secos.
Baños relajantes y nutritivos.
Por lo menos, una vez a la semana, un baño relajante es ideal para liberar tensiones. Tras el mismo, aplicar sobre la pieluna generosa cantidad de aceite de Jojoba. Además de ayudarte a regenerar y nutrir la piel, es esencial para las pieles sensibles por sus excelentes propiedades calmantes. Si eres exigente con tu pelo, apuesta por el aceite de Jojoba, que también se puede utilizar a modo de mascarilla capilar, dado que recupera el tono de los cabellos grasos y restaura los cabellos secos y quebradizos.
Piel perfecta e hidratada.
La piel con síntomas de sequedad y aspecto apagado hay que ponerla en forma. Exfoliarla epidermis te permitirá lucir una piel lisa, suave y sin descamaciones. Los especialistas recomiendan realizar un peeling suave, que arrastre las células sin agredir la piel. Las zonas de alto riesgo, como la cara, el cuello, el escote y los senos, deberán ser tratadas con productos específicos.
Los hidratantes corporales te ayudarán a restaurar las reservas de agua y de lípidos de la epidermis. El aceite de Almendras, por su poder nutritivo, humectante y emoliente es el aliado perfecto para mantener la piel sana y joven; además, es indispensable para prevenir la formación de estrías. Aplícalo, después de la ducha, con la piel húmeda. En cuanto a las zonas delicadas, del cuello, cara y escote, el aceite de Rosa Mosqueta es el adecuado, por su poder regenerador, cicatrizante e hidratante ayudará mantener la piel en óptimas condiciones. Por otro lado, su uso continuado ayuda a disminuir las manchas solares y de la edad.
Recupera la firmeza de la piel.
Di “no” a la celulitis y reafirma tu piel. Un truco, ducharte con agua tibia y aplicar chorros de agua fría en las piernas, en sentido ascendente, y en los glúteos, el vientre y los senos, dibujando círculos concéntricos. Si además utilizas un aceite anticelulítico y complementos alimenticios ricos en L-carnitina, tu piel te lo agradecerá.
Fuente: Revista Salud&Aromas